Lo de si podemos vivir fuera de la sociedad es una cuestión que se plantea mucha gente en estos tiempos donde el covid ha dejado muchas señales de alarma.
Y algunas las hemos cogido. Las señales.
Y algunos las hemos cogido. Algunas personas.
Pero vamos por partes.
El psicólogo social Robert Cialdini adaptó un término llamado “regodearse en la gloria refleja“.
Lo llamó BIRGing.
La palabrita se las trae.
Pero puede que esta historia te haga pensar.
O no. Que ni fu ni fa.
Vamos a verlo.
Antes de nada…
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Empecemos a hurgar.
Índice de Contenidos
Regodearse en la gloria refleja
En la década de 1970, Cialdini dirigió un estudio sobre el BIRGing, y comprobaron que los universitarios estadounidenses eran mucho más propensos a llevar ropa afín a la propia universidad los lunes posteriores a que esta ganase un partido de fútbol americano.
También descubrieron que solían hablar de NOSOTROS cuando se referían a la victoria, algo así como…
– ¡El sábado destrozamos a los State!
Mucho más que cuando su equipo perdía.
En estos casos, por lo general, el pronombre cambiaba a ELLOS:
– ¡No puedo creer que la pifiaran!
Y aquí es cuando entra en acción el BIRGing.
Que no se corta un pelo con este tema.
Postula que la persona que festeja la victoria tiene poco o nada que ver con la gloria alcanzada.
Y por otro lado, damos muy poco crédito a la repercusión que haya podido tener el apoyo de un fan que asistió al encuentro.
Aunque los seguidores serios de un equipo son muy supersticiosos, solo los más irracionales creen de verdad que sus acciones – llevar la misma camisa todos los partidos, entrar con la pierna derecha en el asiento, tomarse antes de los partidos dos cervezas y una copa en vaso de sidra – tiene algún impacto en los resultados.
Grupos de fans no es Tribu
Se desprende igualmente que ser miembro de un grupo de fans no es lo mismo que pertenecer a una tribu. De hecho esa adscripción puede provocar el efecto contrario en la sociedad.
En la aventura, en cualquiera de sus formatos, un aspecto que no debe pasarse por alto es el alto índice de socialización de quienes practican una actividad relacionada con el senderismo, el trekking o la montaña.
Responde en parte al dilema si podemos vivir fuera de la sociedad.
Sï. Pero no. Sí, pero acompañados por una tribu. Una tribu social. Sino, no.
La pertenencia a una tribu ayuda a que las personas sean más ellas mismas, nos guía hacia una conciencia mayor de identidad personal.
Vale, ok.
Alguien puede decir que esto es habitual y común en deportes que se practican en grupo, pero aquí no se trata de luchar contra otro equipo adversario, sino contra uno mismo. Y sobreponerse a una serie de dificultades que nos pone delante un medio muchas veces adverso y casi siempre no demasiado bien conocido.
Y es donde recibimos ayuda de quienes nos acompañan.
Es fácil perder la propia identidad dentro de una gran multitud como puede ser un grupo de fans. Pasas a ser un adepto, animar, abuchear, alegrarse con la victoria, y desesperarse con la derrota. Esto puede ser en muchos sentidos satisfactorio y emocionante, pero por lo general no te conduce a la realización personal.
Con el tiempo te puedes ver sin nada. Sin nadie. En un escenario hostil. Y despersonalizado.
En este caso, no podemos vivir fuera de la sociedad.
Social por naturaleza
Pero al convertirte parte de una tribu, es donde encuentras el sentido de la propia identidad, el desarrollo humano y nuestra verdadera inteligencia emocional.
Y esta es la clave. No quiere decir que vivir aislado sea la solución.
Tiene más que ver con lo social.
Con la dimensión social del hombre. Con que el hombre es social por naturaleza.
En la naturaleza siempre está la respuesta.
La trascendencia de este punto es tan importante, que excepto un porcentaje reducido, todos quienes practican aventura lo hacen en grupo.
Una prueba de ello.
Si tuvieras que ir solo, la inmensa mayoría nos quedaríamos en casa.
Es la importacia que tiene ir en grupos.
Es lo que suele pasar, ¿verdad? Una parte de ti sabe lo que debes hacer y a otra no le apetece si no va en grupo.
Es lo que se llama autodisciplina.
La parte que lo sabe lo sugiere con timidez: «deberías salir a oxigenarte a la naturaleza», pero la otra contesta «Uf. No sé. Madrugar. 50 kms en coche. Hace frío. Hoy no es el día»
Quién no recurre a ese montón de excusas que nos ponemos y parecen razonables.
Podemos vivir fuera de la sociedad
Entonces, ¿podemos vivir fuera de la sociedad?
Nos cuesta. Es lógico.
En la marcha, en el trekking o senderismo, en la montaña, en toda actividad relacionada con la naturaleza, todos queremos practicarlo en grupo.
Es donde se demuestra con creces que el hombre es un ser social.
Donde se argumenta el sentido de este estudio.
Se da validez a la imagen de inicio
(Título: Atónitos en el cielo estrellado del Circo de Oulettes de Gaube, Pirineo francés)
Y donde somos más NOSOTROS. Y menos ELLOS.
Si podemos vivir fuera de la sociedad quiere decir que somos capaces de pertenecer a un grupo o una tribu. Entonces la rspusta es:
“Sí, podemos”
Esto es todo. Feliz día.
Fernando Camacho
©️Imágenes propiedad de @fernandocamacho®️
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